domingo, 12 de diciembre de 2010

11 de 12 - 12 de 12

La mañana después, mientras daba vueltas en su cama, aferrándose a sus sueños sin querer dejarlos ir por miedo a que ese sentimiento de culpa, que llego a conocer tan bien luego de ese agitado año, lograra irrumpir en sus más profundos pensamientos, se dio cuenta de que la vida es así, que ella nunca podría controlar las acciones de los demás ni mucho menos sus sentimientos.
Recordar, bailar, sentir, soñar, repasar una y otra vez cada uno de sus movimientos, buscando que fue lo que hizo mal; aun sabiendo que no era su culpa, se culpaba, ella siempre caía en ese estado depresivo, ella sabe que esta mal, pero nadie mas parece saberlo, nadie lo nota.
Ella necesita hablar con alguien, pero a la falta de alguien de confianza total se refugia en viejas canciones, viejas melodías que la llevan a un estado de inspiración, la llevan a un mundo que no existe más que en su mente, un mundo en el cual todo es mas claro, en donde las personas no se dan mil vueltas para hacer las cosas que anhelan, solo ella tiene esa condición, ese don de deambular entre decisiones, entre sentimientos.

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